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5 claves para regar tus plantas perfectamente
Descubre cómo regar tus plantas en 5 pasos. El agua en tu cultivo es tan importante como el sol o que tengan suficiente tierra ¡Lest'go!
Regar no es solamente echar agua por absurdo que parezca. Vale, un poco sí , pero has de saber cómo hacerlo bien para no quedarte corto, ni pasarte, para no dañar la planta y para asegurarte de que el agua llega bien a todas las partes que debe de llegar.
Seguro que tu tía Paqui, que tiene un patio lleno de geranios y rosales preciosos, te ha enseñado perfectamente cómo hacerlo, pero nosotros queremos darte 5 claves para que sepas cómo regar tus plantas de la suerte perfectamente; de forma rápida y eficaz ¡Empecemos!
Cómo regar plantas perfectamente
Es muy importante tener en cuenta el tipo de plantas que tenemos, por obvio que pueda resultar, No es lo mismo tener una maceta pequeña con un geranio que un macetero grande con un áloe vera, o en tu caso, un trébol muy cool.
Otro aspecto importante es el tamaño de la planta y sus necesidades. Algunas variedades necesitan más agua que otras, y más si tan solo acaba de germinar o tiene más de un mes de vida. Entre más pase el tiempo y tu planta sea más grande, mayor será la cantidad de agua con la que la regarás.
1. Riega solo a primera hora de la mañana o última de la tarde
Sobre todo, durante los meses más cálidos del año , no se debe regar en las horas centrales del día, que es cuando más calienta el sol y el agua se evapora más rápido. Por ejemplo, si estás en Andalucía y en pleno mes de julio, riegas tus macetas sobre las 12.00, el agua se va a evaporar enseguida y la tierra volverá a estar seca en breve, con lo que es muy probable que la planta no haya recibido el agua que necesita.
Lo más adecuado, es regar a última hora de la tarde, para que las plantas puedan aprovechar todos los nutrientes del agua durante la noche . Aunque para algunas variedades, es mejor hacerlo a primera hora de la mañana, ya que ahí es cuando inician su actividad metabólica y necesitan de ese riego para poder ponerse manos a la obra.
2. No riegues mojando las hojas, siempre sobre la tierra
Comprobar que la tierra está bien humedecida es algo que iremos aprendiendo con el tiempo, a base de observar y conocer nuestras plantas. Pero siempre es la tierra donde debemos echar el agua , ya que las raíces son las que más la necesitan, no solo durante la primera etapa de vida de la planta, sino durante todas sus fases de desarrollo.
Eso sí, es muy importante que tengas en cuenta que, si la planta tiene muchas hojas o estas son muy grandes, necesitará más agua para que llegue bien a todas las partes de la planta.
3. No encharques la planta, menos, es más
No por regarla más, la estás regando mejor. Lo ideal para casi todas las plantas es regarlas poco y frecuentemente, para que siempre tengan unos niveles óptimos de humedad. Para saber un poco más sobre los tiempos que necesitan tus plantas en cuanto a frecuencia de riego, debes prestar atención al estado de la tierra y no dejar nunca que esté demasiado seca, ya que perderá nutrientes .
Pero, por el contrario, tampoco es bueno que tenga un exceso de agua, ya que, al aumentar el nivel de oxígeno en las raíces, estas captan peor los nutrientes y la planta puede llegar a debilitarse hasta el punto de morir.
¡Estate atento! si ves que la tierra está demasiado compacta o que adquiere un tono verdoso o que las hojas dejan de brotar o empiezan a ponerse amarillentas, es que tus plantas tienen un exceso de agua y tendrás que tomar medidas al respecto.
4. Imprescindible: comprobar y regular el pH y la EC
Para poder tener un rendimiento óptimo y regar plantas perfectamente, es esencial conocer y poder regular los niveles de pH y EC (electro conductividad) .
¡Comprueba PH! es muy sencillo. Tan solo tienes que hacerte con una tira reactiva medidora del pH o con un medidor profesional (Hay infinidad de modelos, estilos y precios). Si el resultado de la prueba de pH no es el que quieres o necesitas, siempre puedes corregirlos con algunos de los múltiples productos que existen en el mercado para ello.
En cuanto a la EC, es la cantidad de minerales que contiene el agua y la tierra, son aspectos fundamentales que debemos controlar en nuestro cultivo, ya que la falta o exceso de nutrientes en nuestras plantas es de especial cuidado, ya que no pueden recuperarse de un bloqueo o sobrecarga de nutrientes .
Si el nivel está por debajo de lo recomendado, es posible que las plantas no estén recibiendo los nutrientes que necesitan para crecer de manera óptima; mientras que, si el nivel es demasiado alto, la planta estaría recibiendo un exceso de nutrientes, lo que tampoco es bueno para ella. Para reducir el nivel de EC, se recomienda el uso de agua filtrada mediante un sistema de ósmosis inversa.
En GrowIndustry te lo ponemos muy sencillo a la hora de regar plantas perfectamente y hemos seleccionado de antemano para ti los mejores medidores de Ph y EC del mercado .
5. Si tienes la oportunidad, ¡usa el agua de lluvia!
Todos sabemos que el agua es un bien escaso. Así que, si tienes la posibilidad de recoger el agua de la lluvia, estarás aprovechando algo muy necesario para todos. Además de ahorrarte algo de dinero, que nunca viene mal.
La lluvia beneficia también a la planta cuando le cae directamente, siempre que no sean lluvias torrenciales, ya que ayuda a limpiar las hojas de impurezas, permitiendo a la planta “respirar mejor”.
El agua de lluvia no contiene cloro ni cal, lo que la hace mucho más sana para el riego natural y ecológico de los cultivos. Además, el agua procedente de la lluvia penetra con más facilidad en la tierra. Por ello, llega mejor a las raíces que el agua potable que utilizamos normalmente. Por todo ello, usar agua de lluvia es uno de los mejores consejos que podemos darte a la hora de regar plantas perfectamente.
¡A por ello!
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